Las ‘start ups’ que construyen la ciudad inteligente
El espacio 4YFN del Smart City Expo World Congress reúne a jóvenes empresas de todo el mundo que tienen el potencial de cambiar el modo en que el ciudadano interactúa con su ciudad.
Si alguien, alguna vez, se ha encontrado sin poder ir a un evento, entenderá las ventajas de una plataforma colaborativa que permite montar un vídeo mediante grabaciones del mismo suceso, con puntos de vista distintos. Es lo que propone Watchity. Lo mismo ocurrirá con una plataforma que conecta recursos, datos y tecnología alrededor de las personas para nutrir ideas y llevar a cabo proyectos en un entorno de colaboración digital, para los que se han visto en la tesitura de querer hacerlo. Esto es Live Cities.
Lo mismo para los interesados en la arquitectura y la construcción, con el abanico de soluciones innovadoras que integran el Building Information Modeling de SimBim Solutions. O los que quieran compartir coche para hacer un mismo trayecto, con la plataforma comunitaria de Shotl.
Todo eso, sólo con start ups catalanas. Las elegidas para representar, en el rincón 4 Years From Now (4YFN) del Smart City Expo World Congress celebrado esta semana en Barcelona, las ideas nacientes en el contexto de las ciudades inteligentes.
El espacio, que empieza a ser un habitual en los congresos tecnológicos de alta magnitud, reúne proyectos nacionales e internacionales centrados en crear el futuro de las ciudades de una forma inteligente y sostenible, y ofrece, a las pequeñas empresas responsables de los mismos, un espacio expositivo propio, zonas de negocio y una agenda de actividades para promover sus proyectos y su interacción con posibles clientes.
«Aquí, otros años, hemos visto cerrar rondas desde 50.000 euros o 15 millones, hasta la compra total de una start up por 50 millones, que es lo que ocurrió el año pasado», explica el director de 4YFN, Esteban Redolfi. La oportunidad, o eso se lee entre líneas, es buena para todos.
Este año, aparte de las catalanas ya mencionadas, esta iniciativa eligió, para representarles en el espacio, a una plataforma francesa que permite el diálogo entre funcionarios electos y ciudadanos para involucrar a éstos en las políticas locales (Fluicity), a una start up procedente de Singapur de alquiler de bicicletas compartidas que no necesita estaciones (Obike) o a una pequeña empresa consultora y editora de software, de nuevo francesa, que ofrece apoyo en la creación, proyección y análisis de bases de datos complejas (Spallian). Entre muchas otras.
Más allá de ellas, los creadores de este rincón para las start ups en el congreso, contó con GSMA -la organización dedicada a la normalización, la implementación y promoción del sistema de telefonía móvil GSM-, las aceleradoras IMPACT y KickStart, y un pabellón para Holanda donde ésta exhibió, también, sus propuestas.
En el caso de la GSMA, profundiza el mismo Redolfi, «han desarrollado un proyecto junto a teleoperadores y start ups en las que éstos ponen la tecnología -un kit con distintos hardwares de sensores- para que las start ups la utilicen, a cambio de un revenue share«.
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