Cómo IoT y la IA se combinarán para hacer que los Asistentes Inteligentes del futuro
El Internet de las Cosas es la red de dispositivos inteligentes como teléfonos, ordenadores, vehículos, electrodomésticos, etc. que están integrados con sensores, software, actuadores y la conectividad que posibilita la comunicación entre los dispositivos. La comunicación entre dispositivos se realiza en forma de intercambio de datos o también hablando entre ellos. Esto ayuda a integrar nuestros dispositivos de uso diario en el mundo de la informática, para que podamos controlarlos a través de los ordenadores. Da como resultado procesos más eficientes, reducción de intervención humana y beneficios económicos.
IoT es un tema popular en estas fechas. Se predice que para 2020 habrá 30 mil millones de dispositivos IoT en el mundo. IA, o Inteligencia Artificial, es la inteligencia demostrada por las máquinas. Intenta imitar la inteligencia natural de los humanos, lo que significa que imita las funciones cognitivas que los humanos realizan usando su mente, como el aprendizaje y la resolución de problemas.
Ambas tecnologías se están volviendo populares y muchas empresas ya las están adoptando e invirtiendo para que forme parte de sus productos y procesos. Mientras que la IA hace que las máquinas aprendan de sus experiencias y datos, IoT trata que los dispositivos interactúen a través de Internet. Actualmente, muchos dispositivos de IoT que están conectados entre sí y generan aproximadamente 3,5 trillones de bytes de datos a diario. Esta información es una fuente inagotable de datos. Se puede usar para crear modelos predictivos, hacer análisis y crear un mundo inteligente a nuestro alrededor ayudando a las máquinas a aprender.
Ver post relacionados:
¿Dónde se despliega el Internet de las Cosas?
El aprendizaje automático ayuda a leer, interpretar y utilizar esos montones de datos. También ayuda al desarrollo de la inteligencia artificial en las máquinas, que puede ayudarlas a actuar cognitivamente para nuestro beneficio. A través de esta combinación de inteligencia artificial e Internet de las Cosas, podemos enseñarles a las máquinas a tomar decisiones. Por lo tanto, las máquinas con poder actuarán como «Asistentes Inteligentes» para nosotros. Estos Asistentes Inteligentes podrían ser dispositivos como Alexa diciéndole a los dispositivos en una smarthome qué hacer. Por ejemplo, un hogar inteligente será administrado por un dispositivo, Asistente Inteligente, que administra los dispositivos en el hogar.
Por lo tanto, siempre que el frigorífico se quede sin leche, el Asistente Inteligente obtendrá la información a través de los sensores IoT del frigorífico que se comunican a través de Internet entre los dispositivos. El Asistente Inteligente luego hará un pedido a la tienda de comestibles más cercana. La tienda recibirá el pedido y lo enviará mediante un dron o un robot del supermercado. El pago se manejará automáticamente a través de billeteras conectadas en línea. Este es un ejemplo clásico de un Asistente Inteligente personal que enriquece nuestras vidas al usar el poder combinado de IoT e IA.
Del mismo modo, en el sector B2B, IBM lanzó recientemente Watson Assistant, un asistente inteligente de empresa impulsado por el poder combinado de IoT e IA. Con el uso de la nube, usa IoT y AI para hacer maravillas en las empresas. Se puede acceder a través de texto o modo de voz, e intenta ayudar a las empresas a aumentar su fidelidad a la marca y transformar las experiencias de los clientes, mientras se mantienen seguros los datos de los clientes. El asistente está capacitado previamente para muchas industrias, en hospitalidad, atención al cliente, banca, etc. No se limita a escuchar comandos personales, sino que también brinda servicios proactivos y personalizados a los clientes.
Un ejemplo existente del Asistente de Watson es ‘Josie Pepper’, un asistente en la Terminal 2 del aeropuerto de Munich, que actúa como embajador para ayudar a los pasajeros. Tiene un rico back-end conversacional que cubre una variedad de temas, desde información meteorológica hasta charlas triviales. El Royal Bank of Scotland ya está pilotando el Asistente de Watson para que actúe como un centro de llamadas de triage, respondiendo a las consultas de los clientes o dirigiendo a un agente humano, según sea necesario.
Estos dispositivos IoT no pueden funcionar sin inteligencia artificial, y la inteligencia artificial, a su vez, necesita que los dispositivos IoT sean de mayor utilidad para la humanidad. Tiene una amplia gama de casos de uso, desde el uso personal hasta la optimización de las operaciones empresariales. Juntas, ambas tecnologías tienen el poder de transformar nuestras vidas.