Esta veterana institución ha desarrollado herramientas destinadas a mayores, discapacitados o mujeres maltratadas, entre otros colectivos.
El edificio ubicado en la avenida Reina Victoria, 26 de Madrid, engaña. Desde fuera parece algo antiguo, y no es de extrañar al comprobar que quien se ubica en su interior, la sede central de Cruz Roja Española, cumple este año 154 años de vida. Pero lo cierto es que dentro de este inmueble se trabaja con una avanzada tecnología, tanto para beneficio de la propia institución y sus trabajadores, como para ayudar a los colectivos más vulnerables de lasociedad.
Los ojos del visitante se dirigen de forma inevitable hacia las enormes pantallas que cuelgan de las paredes de la sala desde la que Cruz Roja controla su actividad en las redes, la actualidad informativa y las posibles incidencias que ocurren en todo el mundo gracias a un gran mapa interactivo. Fuera de esta sala se encuentran algunos de los servidores que permiten a las decenas de trabajadores y voluntarios que trabajan allí comunicarse por teléfono o videoconferencia con los ciudadanos que lo necesiten: mayores, mujeres maltratadas o personas con dudas sobre VIH, entre otros.
«En 2017 se creó el departamento de servicios tecnológicos digitales en la Cruz Roja Española, aunque realmente la tecnología ha estado siempre muy presente en la institución. La teleasistencia sanitaria en hogares la puso en marcha Cruz Roja hace más de 25 años para que los mayores no tuvieran que irse de sus casas a un centro social y hace 12 años decidimos desarrollar la teleasistencia móvil,» rememora Carlos Capataz, director del departamento de Servicios Tecnológicos Digitales de esta organización.
Móviles de emergencia
Cruz Roja Española presume de su sistema de teleasistencia móvil. A lo largo de los años ha ido mejorando sutecnología y ha pasado de los aparatosos GPS al empleode teléfonos móviles diseñados específicamente para la institución.
«Las ‘smart cities’ tendrán que cuidar a los más vulnerables»
La inteligencia artificial, el big data y el Internet de las Cosas está en boca de todas las grandes tecnológicas y desde Cruz Roja no quieren perder ese tren. «Ya estamos viendo cómo el mundo de la industria de los bienes de consumo en el hogar está trabajando en televisiones inteligentes, neveras conectadas, hornos que se encienden desde el móvil e iluminación diseñada para un hogar domótico, pero tenemos que concienciar a todos esos fabricantes de que esa conexión puede ser de mayor utilidad. Que la nevera te indique si tienes los yogures caducados o que puedas ver su interior desde el supermercado es interesante, pero será mucho más útil si además permite ayudar a las personas. Por ejemplo, si el propio frigorífico avisa a un familiar o a un conocido cuando una persona que vive sola hace mucho tiempo que no abre el frigorífico o no lo hace con tanta frecuencia como hacía unas semanas antes. De esta forma, dicho familiar podrá valorar si debe alertarse porque hay un problema», explica Carlos Capataz, director de Servicios Tecnológicos Digitales de Cruz Roja Española. El responsable de tecnología de la institución tiene claro que la ayuda a los más necesitados debe estar en los planes de las empresas del sector. «No podemos hablar de ciudades inteligentes sin hogares que cuiden a los más vulnerables, y parte de esos cuidados deberían venir de serie en los productos. Por ello ya estamos hablando con fabricantes para orientarles, por ejemplo, sobre cómo tiene que diseñar esa nevera para que además de contar con nuevas funciones también pueda avisar si nota un comportamiento raro,» asegura Capataz.
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