El edificio digital: transparente y autónomo
Las empresas están impulsando cada vez más la lealtad de los empleados y la eficiencia a través de un diseño positivo del lugar de trabajo. La clave reside en la tecnología de vanguardia para los edificios. Además, esto acelera el ahorro de costes en áreas completamente diferentes, por ejemplo, en el consumo de energía. La tecnología de edificios ha resultado ser uno de los generadores de valor más importantes para las empresas. Su potencial difícilmente puede ser sobrestimado, pues la digitalización está avanzando rápidamente y acelerará aún más la productividad. Una importante visión se está convirtiendo poco a poco en una realidad: el edificio autocontrolado.
Los precios inmobiliarios se están disparando en las ciudades de todo el mundo. En Londres, uno de los lugares más caros del mundo, un lugar de trabajo ya cuesta hasta 27.000 euros por empleado y año, y su tendencia es seguir subiendo. Los estudios demuestran que el factor inmobiliario es el segundo mayor coste para las empresas, donde los costes operativos representan el 71 por ciento del coste de propiedad. En respuesta a los costes exorbitantes, las empresas están recortando la cantidad de espacio asignado a cada empleado. El resultado es que los empleados en oficinas abiertas tienen un promedio de 11,5 metros cuadrados de espacio en comparación con 46,5 metros cuadrados en los lugares de trabajo convencionales.
La difícil tarea de equilibrar el diseño de edificios de larga duración con una estructura de costes asequibles, y proporcionar el más alto nivel de comodidad en el lugar de trabajo, reside principalmente en los arquitectos. En principio, la solución es bastante simple: los edificios inteligentes y “verdes” pueden automatizarse, en gran medida, con la ayuda de tecnologías modernas de edificios, para trabajar con un amplio espectro de sistemas de gestión. El bajo coste por metro cuadrado y un entorno laboral más atractivo ya no son contradictorios; todo lo contrario, apoyan los esfuerzos del administrador de la propiedad para proporcionar espacios de trabajo adecuados donde se puede trabajar de manera muy eficiente.
El futuro pertenece a los edificios inteligentes que puedan reducir los costes operativos y aumentar la eficiencia de los empleados. El mercado de la tecnología de edificios inteligentes está creciendo constantemente. Según las previsiones de la International Data Corporation (IDC), el gasto mundial superará los 17.000 millones de euros este año – acelerado sin duda por la digitalización.
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