Internet de las Cosas (IdC) consiste en dotar a los objetos de capacidad de cálculo con el uso de procesadores o circuitos integrados, capaces de transmitir información a través de las redes. Estas conexiones permiten la administración remota de dichos objetos, el monitoreo de su estado, el seguimiento y las alertas. Prácticamente todos los sectores se han visto afectados por el IdC: las aplicaciones de consumo, como los dispositivos inteligentes, están proliferando por todas partes, al tiempo que campos como el de la salud, el comercio minorista, la agricultura y la industria se benefician de una mayor eficiencia con el uso de estas tecnologías. Los gobiernos municipales aplican las capacidades del IdC, aprovechando los datos en tiempo real para centralizar la información y mejorar así el acceso a los servicios para sus ciudadanos. Las escuelas y algunos museos, no muchos, también están utilizando tecnologías inteligentes para reducir los costos de energía y elevar las medidas de seguridad. Según vayan avanzando las aplicaciones educativas de las tecnologías de IdC, las escuelas y los museos tendrán capacidades mejoradas para rastrear información sobre alumnos y visitantes respectivamente, entendiendo mejor cómo ciertas acciones pueden influir en la asimilación de conocimientos. Sin embargo, estos beneficios deben equilibrarse con las implicaciones y el compromiso, a fin de mantener la privacidad y la seguridad de los ciudadanos.
Un número cada vez mayor de objetos cotidianos se han conectado a Internet, incluidos algunos artículos domésticos inteligentes como frigoríficos, bombillas y termostatos. La compañía de tecnología norteamericana Cisco predice que para el 2021 habrá 27,1 mil millones de dispositivos “enganchados” a Internet: tres veces la población mundial humana. Asimismo, la firma de investigación Gartner, Inc., ha pronosticado que el número de conexiones en todo el mundo será de aproximadamente 9 mil millones en 2019. En lo que respecta al consumidor, los dispositivos conectados a las redes más utilizados serán los televisores inteligentes y los routers de cable digital, mientras que las empresas emplearán los medidores eléctricos inteligentes y cámaras de seguridad. A medida que el IdC madure, las empresas y los gobiernos aprovecharán el poder de las tecnologías inteligentes para mapear la manera en que las personas compran, utilizan el transporte y acceden a la información. La firma china de servicios de Internet Baidu está invirtiendo en el desarrollo de una plataforma de inteligencia artificial para crear un asistente digital inteligente parecido al sistema Echo de Amazon.
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Concepto básico de Internet de las Cosas o IoT
Por otro lado, a partir de las iniciativas de las ciudades inteligentes, los municipios de todo el mundo abordan los desafíos relacionados con el crecimiento de la población, con la intención de mejorar la capacidad de respuesta a los eventos ambientales- mediante el uso de las tecnologías IdC-, suministrando información a los sistemas de gestión centralizados. En Río de Janeiro, un centro de operaciones utiliza datos de sensores para monitorear y anticipar inundaciones y derrabes, y en la ciudad de Santander, España, se miden ya los patrones de tráfico a través de sensores que actualizan la aplicación móvil SmartSantanderRA en tiempo real para beneficio de sus ciudadanos. Estas iniciativas se realizan mediante inversiones en infraestructura que impulsan la conectividad y promueven un crecimiento sostenible. Las escuelas también comienzan a explorar las capacidades de IdC. Como ejemplo, las Escuelas Públicas de Cheshire, en Connecticut, han instalado iluminación inteligente que responde a las características de luz diurna y se apaga automáticamente durante la noche. De esta manera, el distrito ha conseguido reducir la factura eléctrica en un 84%. Todos los museos del mundo deberían hacer lo mismo.
Si bien los proyectos de IdC que generan ahorros financieros continuarán captando nuestra atención, el proveedor de soluciones de red Extreme Networks encuestó a los gerentes de TI de educación para descubrir que entre los obstáculos para la adopción de IdC se incluyen preocupaciones sobre costos, seguridad y privacidad. Por el contrario, el crecimiento explosivo de IdC en el sector de consumo puede ser potenciado por la voluntad de renunciar a una seguridad menos robusta para los dispositivos y datos. El panel de expertos de Horizon ha identificado el IdC maduro- en un período de cuatro a cinco años- en su uso general en la educación; sin embargo, los líderes escolares deben comenzar a planificar hoy para garantizar la seguridad de los datos y protegerse contra los ataques cibernéticos. Las Universidades de Stanford, Vanderbilt y California, Berkeley, experimentaron incidentes en sus campus cuando usuarios desconocidos accedieron a través de Internet a dispositivos que no estaban asegurados. Los hackers difundieron páginas que contenían discursos de odio incendiario. Por otro lado, el FBI publicó recientemente un escrito advirtiendo a los consumidores sobre potenciales violaciones a la privacidad a través de juguetes conectados a Internet, capaces de grabar voces y localizar ubicaciones con el uso GPS. Recordad que es conveniente que las cámaras de vuestros ordenadores estén tapadas mientras no las uséis.
George Siemens, líder en el campo de las tecnologías de análisis y aprendizaje, ha predicho que las escuelas aprovecharán el IdC para trasladar información física al espacio digital. Más allá del simple seguimiento de la asistencia, las tarjetas de identificación inteligentes podrían determinar cómo se mueven los alumnos a lo largo de la escuela durante el día y con quién interactúan, así como el impacto de estas acciones sobre su aprendizaje y rendimiento. Siemens advierte que las consideraciones de seguridad y privacidad deben ser primordiales, ya que las escuelas comienzan a usar aplicaciones de IdC. A medida que estas tecnologías llegan a la vida de los estudiantes- en la escuela y en el hogar-, las oportunidades prácticas pueden ayudar a construir una próxima generación de innovadores. Esto es perfectamente aplicable a todos los museos.
La escuela Anne’s-Belfield en Charlottesville, Virginia, recientemente organizó el SPARK! Hackathon, un evento para involucrar a los jóvenes en el pensamiento creativo sobre las tecnologías de IdC. Estudiantes de 12 escuelas secundarias locales trabajaron en equipos con mentores de la industria para diseñar dispositivos IdC; un grupo creó un espejo inteligente que muestra información diaria y alertas que les serán útiles para las actividades del día.
Como se puede observar en los proyectos municipales, las inversiones de las escuelas en infraestructura tecnológica pueden allanar el camino para un mejor acceso a la información y a los servicios a través del uso de tecnologías inteligentes. La Junta Central de Educación Secundaria de la India ordenó recientemente a las escuelas que adoptaran tecnologías de transacción sin dinero en efectivo para las tasas de examen y otros gastos. Después de este cambio, la adopción de las tarjetas de identificación habilitadas para IdC también podría permitir a los estudiantes adquirir comida o suministros para la escuela; las compras pueden ser monitoreadas por los padres a través de cuentas en línea. En Texas, el Distrito Escolar Independiente de Huntsville está capitaneando una flota de 15 autobuses inteligentes equipados con tecnología Wi-Fi para ampliar posibilidades de aprendizaje. Los estudiantes pueden utilizar el Wi-Fi para completar la tarea durante el traslado, y una aplicación con rastreo por GPS brinda a las familias información sobre los horarios de llegada de los peques y adolescentes. Además, los posibles problemas mecánicos se pueden diagnosticar de manera remota y en tiempo real.
Las capacidades de IdC pueden proporcionar nuevas estrategias para que las escuelas (y museos) mejoren la salud y la seguridad de sus estudiantes y visitantes. Sobre la base de descubrimientos recientes, que indican que el uso de pupitres sin silla en el aula puede reducir el índice de masa corporal de los niños, investigadores de la Universidad de Texas A&M están explorando el impacto de los escritorios inteligentes equipados con un software que incite a los usuarios a moverse periódicamente. Aunque el estudio actual se centra en los trabajadores de una oficina en Australia, las mejoras en la salud o en la productividad podrían tener implicaciones para la educación en los colegios. Además, ante los incidentes peligrosos relacionados con armas de fuego producidos en colegios y entornos universitarios- que se han generalizado en los Estados Unidos en los últimos años-, algunas escuelas están adoptando la tecnología IdC para mejorar la seguridad y las respuestas a posibles emergencias. Así, por ejemplo, la Escuela Intermedia Sandcreek, en Idaho, ha instalado un software y sensores acústicos que pueden detectar disparos, ubicar el piso del edificio en el que se desarrolla un incidente y enviar automáticamente un plano de dicho piso a los primeros respondedores. Es triste que hayamos tenido que llegar a estos extremos, pero prevenir la maldad, en la medida de lo posible, en todos los ámbitos de nuestra sociedad, se hace realmente necesario.
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