Con productos fáciles de adquirir, usted puede armar una red de aparatos conectados entre sí.
Se estima que a comienzos de la próxima década habrá 18.000 millones de objetos conectados a la internet de las cosas.
Asistentes robóticos, carros autónomos, hogares conectados, ciudades inteligentes… Todos estos términos sonaban a ciencia ficción hace unos años y hoy son realidad. Se estima que a comienzos de la próxima década habrá 18.000 millones de objetos conectados a la internet de las cosas (IoT, por su sigla en inglés), una red de electrodomésticos y otros aparatos de uso cotidiano que producen y registran información.
Pese a los rápidos avances en este prometedor campo, para muchos sigue siendo como una fantasía. Pero lo cierto es que basta ir a un almacén de cadena, por no hablar de una tienda de tecnología o un sitio web especializado, para hallar opciones de acceso a esta tecnología que podría comenzar a utilizar hoy mismo. Por citar un par de casos, la empresa Claro ofrece desde hace varios meses un sistema de “hogar conectado” y la española Movistar lanzó un paquete de soluciones IoT para empresas. A continuación, algunos ejemplos de lo que puede hacer en cinco áreas diferentes.
Imagine que una visita llega a su casa y usted está en medio de un trancón. ¿No sería útil abrirle la puerta remotamente? Esto es posible si usa un sistema como los de la firma August, muy recomendables para quienes alquilan sus propiedades en Airbnb.
Combinados con un timbre inteligente como el de la firma Ring, le permiten ver quién timbra, hablar con esa persona y, si lo desea, abrir. También ofrecen la posibilidad de recibir alertas para saber cuándo sale o entra cada miembro de la familia. El Kwikset Kevo puede adaptarse para recibir una llave física o abrirse con solo acercar el celular. Hasta la popular marca Yale tiene un sistema inteligente muy fácil de instalar.
Marcas como Samsung, General Electric y LG apuestan por un ecosistema en el que no solo el televisor, sino también la nevera, el aire acondicionado y hasta la lavadora ‘hablen’ entre sí y con su teléfono inteligente. De manera muy conveniente, el aire acondicionado puede encenderse cuando usted esté a diez minutos de su casa, de manera que cuando llegue ya haya enfriado el lugar. También podría iniciar un ciclo de lavado de ropa con un mensaje de texto.
Si le parecen invasivos los mensajes de sus amigos, espere a que su refrigerador le escriba para informarle que se van a acabar los huevos. Al ritmo de desarrollo actual, esta nueva generación de neveras estará disponible en Colombia en poco tiempo.
La idea de que las bombillas y lámparas de toda la casa sean inteligentes abre posibilidades que van de lo importante (encenderlas remotamente cuando usted esté de viaje para aparentar que hay alguien en casa, o apagarlas desde su oficina si olvidó hacerlo antes de salir) a lo trivial (que un destello de luces le avise a su familia que usted llegó mientras parquea el automóvil). Y a lo trivial se suma la posibilidad de programar la intensidad lumínica y los colores de la luz, para crear distintos tipos de ambientes (tenga en cuenta que para esto necesita bombillos especiales).
Y si conecta sus fuentes de iluminación a un sistema de cámaras, pues tendrá todo un nuevo frente en materia de seguridad.
Modelos de enchufes eléctricos como los de TP-Link le permiten controlar la alimentación de cualquier aparato vía internet. Ya no habrá necesidad de bajar los fusibles cuando se vaya de viaje. Con una instrucción desde su teléfono puede cortar el fluido eléctrico de todo un inmueble.
Así mismo, con el modo ‘away’ puede encender electrodomésticos a distancia, simulando la presencia de alguien en la casa. También puede fijar un horario para que, por ejemplo, la cafetera (incluso si no es inteligente) se encienda 15 minutos antes de que usted despierte y así el café quede listo antes de que usted lo esté.
El cerebro de su hogar inteligente puede ser un parlante capaz de interactuar con usted mediante comandos de voz y de ejecutar sus órdenes. Firmas como Amazon, Google y Apple tienen modelos que usan los asistentes que cada una había desarrollado previamente (Alexa, Assistant y Siri). La ventaja de estos sistemas es que pueden crear una presencia virtual capaz de oírlo desde casi cualquier lugar.
¿Qué son capaces de hacer? Pueden poner su música con solo decirle qué quiere escuchar, por ejemplo. Pero son mucho más que DJ: resuelven sus preguntas sobre el clima o su agenda, crean recordatorios y hasta hacen llamadas. Si no saben la respuesta a alguna de sus cuestiones, la buscan en internet y, por supuesto, pueden controlar los objetos conectados a la internet de las cosas.
Así que vuelva a leer esta nota. Todas las funciones enumeradas podrían estar a su alcance con solo pedirlo.
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