Los datos generados por IoT deben ser recientes

Así lo han declarado los expertos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), quienes afirman que en las infraestructuras dedicadas a IoT es vital dar prioridad a la información más actualizada frente a la velocidad de entrega de los datos, de forma que no se sature el ancho de banda con información menos prioritaria u obsoleta y se mejore el funcionamiento general de los sistemas.

Científicos del MIT han declarado en un comunicado que lo más importante para las infraestructuras basadas en IoT no es la velocidad a la que se suministran los datos, sino priorizar la entrega de información vital actualizada. De esta forma los sistemas y usuarios que dependen de estos datos generados automáticamente por los dispositivos conectados pueden tomar las decisiones necesarias y actuar en consecuencia con la mayor agilidad posible, adaptándose a las condiciones reales en cada momento. Si, por el contrario, se satura el ancho de banda con información menos crucial, o si la toma de decisiones se basa en datos obsoletos, toda la cadena de datos se retrasa y el funcionamiento de los sistemas puede ser inadecuado. Esto es especialmente importante en estructuras IoT basadas en redes inalámbricas, que cuentan con un menor ancho de banda que las redes de alta velocidad por cable. Como ejemplo, las tecnologías como aviones no tripulados, fabricas automatizadas o vehículos conectados no pueden permitirse trabajar con información desactualizada, ya que podrían ocurrir toda clase de fallos que llevarían a cortes en los servicios e incluso, a accidentes.

Para lidiar con este problema potencial los expertos del Instituto Tecnológico de Massachussets dicen que la solución más adecuada es crear un algoritmo capaz de categorizar automáticamente los datos provenientes de los diferentes sensores en dispositivos IoT. La solución que proponen es que este algoritmo cree un índice en cada nodo de la red inalámbrica que conecta los dispositivos IoT, que se encargue del “triaje” de la información y del control del flujo de datos de forma constante. Aplicado de forma local en la infraestructura dedicada a IoT, se podrá filtrar de forma automática la información obsoleta o menos vital, priorizando los datos críticos más actualizados para que el funcionamiento de todos los sistemas dependientes de estos sensores sea el adecuado en cada momento. Si a esto se suma la utilización de las nuevas redes de comunicaciones de alta velocidad, mejor, pero lo más importante es saber siempre con qué datos se debe trabajar.

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Las pruebas que está realizando se basan en que los dispositivos dotados de sensores que alimentan la estructura IoT envían sus datos a la red, donde el algoritmo les otorga “puntos” en función del grado de actualización de los datos y de la confiabilidad del canal de datos por el que se está recibiendo. Así se establece un sistema de prioridad para clasificar la información y saber cuál es la más actualizada y fiable, con la que después trabajarán las aplicaciones o los programadores de los sistemas. El siguiente paso es ampliar esta capacidad de clasificación automática a redes más complejas y extensas.

Por otro lado, una parte de este grupo de investigadores están dedicándose a desarrollar nuevas formas de asegurar los paquetes de datos que se envían a través de las conexiones inalámbricas, de forma que los “piratas informáticos” lo tengan mucho más difícil, cuando no imposible, para interceptar estas comunicaciones y colarse en los sistemas. Una de las tecnologías que están probando se basa en mover los paquetes de dato entre diferentes frecuencias de forma aleatoria y a alta velocidad, superando la capacidad de los intrusos para capturar las secuencias de información de la red. A esto se suma el uso de claves confidenciales de alta seguridad para el cifrado-descifrado de los datos.

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